Primera parte alterada...Segunda parte...Tercera parte...Sumergida en el delirio vociferas incoherencias, te has perdido en este instante sin sentido. No hay decoro ni recato, no hay pensamientos santurrones que cohíban. El pasado y el futuro se disuelven en el ahora. No hay marcha atrás, estás sumergida en la profundidad de esta historia, tu historia...
Has sentido al escritor reptar por tu piel en una caricia morbosa que te ha enloquecido. Y ahora tus manos jalan sus cabellos, presionan su cabeza contra tu vientre. Ahí están, impresos en el espejo, los dos cómplices de estas letras. Tú, hembra voraz y volátil, estiras tu cuerpo eléctrico mientras trepas el muslo izquierdo al hombro del escritor. Él, macho rapaz y rastrero, estira su lengua para alcanzar tu vulva y contagiarse de su excesiva humedad. Está hambriento y la devora con tranquila impaciencia, con el temple justo para dejar grabado en tu corpórea memoria cada tajo de su lengua, quiere llenarte de las cicatrices de esas heridas placenteras que su lengua abre en tu sonrojada vulva...
Tus gemidos se intensifican, el placer te desborda, el sudor se evapora al calor de la hoguera de sus cuerpos, el aire se vicia y una bruma los envuelve...
El escritor coge tus nalgas, las aprieta; las abre y la cierra mientras te lame el orgulloso clítoris hinchado. Con soberana libertad el escritor acerca una mano a tu entrepierna, con las yemas de los dedos la rodea, la acecha, va abriendo lentamente las puertas de tu coño hasta el límite, y en un ágil salto clava el dedo índice en tu vagina, hasta llegar a las profundidades de tu ser donde cínico gira, toca y rasguña...
Estas al borde del llanto lúbrico de un orgasmo, te miras en el espejo y te desconoces, apenas puedes reconocerte lectora en ese rostro siniestro...
...continuará...
Inflamadorate Diciembre 2007...