¿Habéis escuchado alguna vez el murmullo de una lengua rozando una entrepierna?
Inflamadorate en tu delirio...
Trazando onírica ruta donde se pierden gajo a gajo tus escamas salitrosas...
clinc, clinc, clinc, clinc, clinc... -¡fuck! bang, bang...
Vagabundo, hedonista y paranoico; fanático del paroxismo lírico y de la vocalización cunnilingue; amante proceloso y aprendiz de poeta rabioso...
Viví – vivo – viviré en el exilio, desde el destierro primo del útero materno hasta el certero concubinato con la muerte...
Mientras tanto, aquí está la descripción de mis andares serpentinos; todo lo demás, francamente me importa un pito...
5 comentarios:
Sí... aunque es mucho mejor sentirlo ;-)
Un saludo
Asì es Lady, es mejor sentirlo, pero no existe otra forma de oirlo mas que en la acciòn, entonces el sentir se involucra con el oir..
Para escucharlo hay que sentirlo y disfrutarlo en compañia del objeto de nuestro deseo.
No tiene por qué... También puedes ser un mirón en primera fila...
Muy cierto Lady, en donde deje el vouyerismo?
Saludos...
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