¿Como desprenderme de ti astuta melancolía...?
Te postras burlona centinela a la orilla de la cama, pasas la noche en vela para asegurarte de que mi sueño sea proceloso, para que tu marea me arrastre al infierno donde asesino toda oportunidad de salvación...
Apenas inicio una sonrisa y ya me acaricias con pensamientos obscenos que me conducen al delirio; apenas despierto y ya estás sentada sobre mí fornicándome, agitándote feroz sueltas tus esporas y flotando en el aire nublan mi vista, cuando conquistan mis ojos me ciegan, grito y te actúas sorda...
Vampiresa me acompañas al baño, colmillos en la espalda al rasurarme. Te haces más notoria al despabilarme con el manto acuoso que vomita la regadera, siembras fístulas a tu antojo mientras enjabono la piel; cuando me visto te mofas de mi fútil intento de esconderme, tu siempre me ves desnudo...
Cogida de mi brazo sales a jugar conmigo la normalidad, al primer contacto con la calle me provocas un profundo sobresalto apretándome las nalgas, me sonrojo, te ríes...
Me humillas mostrándote piadosa en la rutina, por breves lapsos te alejas unos pasos, te mimetizas con el entorno laboral, espiral fastidiosa de acciones cíclicas; tu mirada brilla malvada detrás del escritorio, me persigue sigilosa a las reuniones con mercaderes manipuladores de espacios, y en un instante inesperado me abrazas hundiendo mi cara entre tus senos, desmoronas los objetos inertes que me rodean para conducirme a la nada absoluta, para volverme autista...
Cuando terminamos la faena te untas pétrea cicatriz haciendo más pesado mi andar, incrementas el cansancio de los parpados que arden en su abrir y cerrar, llegamos a casa y te diviertes con mi insomnio, te postras burlona centinela a la orilla de la cama cuando lo derroto en la madrugada...
Te postras burlona centinela a la orilla de la cama, pasas la noche en vela para asegurarte de que mi sueño sea proceloso, para que tu marea me arrastre al infierno donde asesino toda oportunidad de salvación...
Apenas inicio una sonrisa y ya me acaricias con pensamientos obscenos que me conducen al delirio; apenas despierto y ya estás sentada sobre mí fornicándome, agitándote feroz sueltas tus esporas y flotando en el aire nublan mi vista, cuando conquistan mis ojos me ciegan, grito y te actúas sorda...
Vampiresa me acompañas al baño, colmillos en la espalda al rasurarme. Te haces más notoria al despabilarme con el manto acuoso que vomita la regadera, siembras fístulas a tu antojo mientras enjabono la piel; cuando me visto te mofas de mi fútil intento de esconderme, tu siempre me ves desnudo...
Cogida de mi brazo sales a jugar conmigo la normalidad, al primer contacto con la calle me provocas un profundo sobresalto apretándome las nalgas, me sonrojo, te ríes...
Me humillas mostrándote piadosa en la rutina, por breves lapsos te alejas unos pasos, te mimetizas con el entorno laboral, espiral fastidiosa de acciones cíclicas; tu mirada brilla malvada detrás del escritorio, me persigue sigilosa a las reuniones con mercaderes manipuladores de espacios, y en un instante inesperado me abrazas hundiendo mi cara entre tus senos, desmoronas los objetos inertes que me rodean para conducirme a la nada absoluta, para volverme autista...
Cuando terminamos la faena te untas pétrea cicatriz haciendo más pesado mi andar, incrementas el cansancio de los parpados que arden en su abrir y cerrar, llegamos a casa y te diviertes con mi insomnio, te postras burlona centinela a la orilla de la cama cuando lo derroto en la madrugada...
¡Acabemos ya con este juego...!
Me recuesto voluntario en la piedra de los sacrificios, antes de iniciar el ritual vacíame los testículos con las manos, la boca y la vagina, hagamos nuestro Apocalipsis carnal y en la última cúspide orgasmo saca la daga de obsidiana, clávala en mi pecho, bájala hasta el vientre emulando la ruta tantas veces recorrida por tu lengua, ábreme el tórax, has de mis entrañas lo que dicte tu antojo...
Abandona mi cuerpo tendido con los brazos escurriendo a los costados del altar, otórgame la última mirada y marcha despacio a enloquecer otros seres que tal vez te sobrevivan, porque yo he sido débil, no te he logrado contener y me has matado...
Me recuesto voluntario en la piedra de los sacrificios, antes de iniciar el ritual vacíame los testículos con las manos, la boca y la vagina, hagamos nuestro Apocalipsis carnal y en la última cúspide orgasmo saca la daga de obsidiana, clávala en mi pecho, bájala hasta el vientre emulando la ruta tantas veces recorrida por tu lengua, ábreme el tórax, has de mis entrañas lo que dicte tu antojo...
Abandona mi cuerpo tendido con los brazos escurriendo a los costados del altar, otórgame la última mirada y marcha despacio a enloquecer otros seres que tal vez te sobrevivan, porque yo he sido débil, no te he logrado contener y me has matado...
Así de ti me depuro...
Texto e Imagen: Inflamadorate Septiembre 2005
7 comentarios:
Si fuera tan facil, claro, sin problemas... pero no, asi que aun te espera soportar mas.
Saludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Eso es irremediable camarada Enigma, pero de vez en cuando, una desintoxicación no cae nada mal...
Saludos...
Wow Mau... Qué intenso!!!
... así, hasta se antoja volverse melancolía!
Abrazo tijuanero nocturno... y muacks melacólicos ;o)
Mony
Gracias Mony linda por sentir la intensidad, de una forma u otra, las mujeres son melancolía…
Muacks Inflamado/melancólicos…
Entregarse a la nostalgia suele ser la señal correcta para que se vaya...
(Pero, ¿Qué seria de las letras sin ella?)...
Asi que de vez en cuando, que pase por casa, que se sirva de nosotros en la danza de carne y semen, muramos en su devoradora flor.
Muramos una y otra vez Piel perversa...
Beso recibido Cavi...
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