sábado, noviembre 24, 2007

Una historia inflamada... (Tercera parte...)


Primera parte alterada...
Segunda parte...


Caminos ocho..


El escritor te abraza por detrás, coloca sus manos en tu vientre y se pega a tu espalda. Sientes la rigidez del miembro debajo de su pantalón y tiemblas...

Con paso calmo se abren paso por tu casa para llegar frente al espejo que usualmente te dice como luces cada mañana rutinaria. Ese espejo maldito que a veces sientes que se burla de ti, pero que ahora luce tan distinto por ser cómplice de tu historia, por reflejar el rostro del escritor besando tu cuello y sus manos acariciándote el vientre en una danza maquiavélica seductora...

Cierras los ojos para disfrutar el culpable placer de sus caricias, para retener la terrible ambición que sientes por su falo tieso adherido a tus nalgas. Descubres que la razón del escritor esta en procurarte ese placer, esa ambición. Que el escritor ha venido a tu cuarto para complacerte, que esta historia la escriben tus caprichos...

Entonces, el escritor te suelta, da un paso atrás y se vuelve una sombra en el espejo. Tú respiras profundo y abres los ojos, sabes que es tu turno de narrar. Él lo sabe y calla, yo lo sé y no digo más...

"Ahora tú, escritor macilento, kafkianamente te transmutas en reptil, en mi mente surgen imágenes pánicas y me empieza a costar trabajo mantener el sentido de la realidad. Me quedo mirándote fijamente y escucho el sonido de una armónica que parece provenir de ti. Te acercas majestuosamente y no siento ganas de huir sino un cálido e intenso escalofrío. Llegas hasta mi tobillo y trepas por él. Sin liberarlo, asciendes pasando por la scarnosa gruta entre mis nalgas, pasas mi espalda hasta llegar a mi hombro izquierdo, rodeas mi cuello con suavidad y desciendes por enfrente, tu piel corre por mi nuca. Agarro excitada tu anillo alrededor de mi cuello que se estrecha más y oprime mis cuerdas vocales. En este momento además te siento frio y amenazante bajo mi falda. Me muerdes la ingle y el calor del veneno se extiende hasta mi vientre. Te deslizas bajo mi ropa interior. La rompo y detengo la respiración. Una presión fuerte contra mi coño cede a un acceso de placer al tiempo que aspiro a pleno pulmón. Mi mano te obliga a salir y disfruta con tu tensión y tu danza. El glande de mi clítoris se inflama al máximo y su oculto cuerpo bífido se tensa. Te dejo junto a él para que hagas lo que te plazca, esta noche seré tu puta porque tú serás mi esclavo..."


...continuará...








Inflamadorate Noviembre 2007...
Un agradecimiento especial a la lectora que me regaló las letras esenciales de esta parte...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a tu historia tras mis nalgas de lectora.

Ōkami dijo...

maravillosa rigidez entre escritor y lectora, por eso amo los libros.

Inflamadorate dijo...

De nada anónima, su placer es mi placer...



Krimsoniana, son adorables los libros, gracias por el comentario...