...y en el epicentro de los viajes finitos, donde el antojo dicta sus caprichosos andares y quehaceres, esquivo con ventura a los cazadores de vagos que con sus lenguas de fuego y sus redes intolerantes, asustan a las expresiones honestas y casuales que deambulan embelesadas por doquier. El lugar más seguro es debajo de una sombra, los cazadores necesitan luz para ver, así que cuando quiero disertar con las expresiones sobre asuntos que a nadie le interesan, mi antojo también sabe donde encontrarlas...
Inflamadorate Julio 2006...
6 comentarios:
Llegue aqui por pura casualidad y me senti algo atraida por su blog... Al principio una muestra total de la descripcion personal, despues algocambio.. Supongo que siempre que tenemos espectadores, lectores,publico en general, no podemos evitar esribir un poco para ellos.
Me gusto su post del 28 de junio, excelente idea.
Este tambien... Digame algo, donde es ese lugar de sombra en el que puede oculatarse? Acaso los cazadores no tienen lamparas para llegar a lugares tambien inimaginables? Yo creo que ya en ninguna parte se esta seguro...
Malua, agradezco a la casualidad que te trajera por aquí. Creo que yo no he realizado ese análisis de este espacio como lo haces tú, apenas tengo tiempo de ir adelante, pero reflexionando sobre ello creo que tienes razón, quizá agregaría las circunstancias, la cotidianeidad de mi mundo...
Ese lugar de sombras esta en cualquier lado, en el lugar mas inesperado y aunque los cazadores podrían utilizar lámparas para llegar hasta ahí, pero como es un lugar oculto donde no se ven las expresiones, entonces ya no les estorban ni les interesan...
Y resulta entonces que todos somos presa y cazador, depende pues de las sombras. Abrazos Mauricio.
Cierto camarada Luís, dependiendo de la hora del día y del día del año, creo que es parte de nuestra naturaleza...
Abrazos camarada Luís...
anhelo el escape...
...siempre lo busco...
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