viernes, octubre 26, 2007

B.04 - La libreta de los recuerdos inflamados presenta:


Retrato calinoso...


Mauricio Mendoza....
(Para recordar buenos debrayes...)


¿Quién...?


Ha llegado la astrífera noche, con lúdica sonrisa nos espía suspicaz. Hemos platicado extensamente al ritmo caprichoso del amanecer, el ocaso y la nebulosa línea que los une. Bebemos vino, fumamos marihuana, nos coqueteamos descarados sin rastro de vergüenza. Mis dedos izquierdos vencen su timidez y comienzan a explorar el retablo de tu cabeza, sus pasos inician por el cuello, escalan la barbilla, retozan en los labios, nadan en la humedad de la lengua, se disgregan por las mejillas, indagan en la nariz, danzan en los ojos, patinan por la frente para perderse en el cabello y salir temblorosos por la nuca. Nace el deseo animal de la carne, te olfateo, te lamo, rompo tu camisa, desgarro el sostén, muerdo ferozmente tus pezones, clavo mis garras en tu espalda. Después de beberte, dirijo mis labios impávidos a tu boca, te doy a probar el amargo sabor de la lactancia asesinada de tus pechos, beso primero, único, último y lúbrico. Mis dedos derechos escurren entre pantalón y vientre, juegan escondidillas en el soto entre tus piernas, delicados buscan el clítoris enterrado, escarban mineros la vulva para encontrarlo, la excitación produce el sollozo vaginal, ansiosa te levantas, me invitas al cuarto. Camino detrás, calmo, tratando de grabar el oleaje de tus caderas desnudas vanamente; mañana, nuestras huellas en la playa de la epidermis habrán de ser borradas por la marea de otras lunas.

El colchón es cubierto por una ligera sabana zarca llorando por los costados, parece piel centenaria por las continuas arrugas de su vibrante catarata, por la ventana abierta se entromete el viento y alboroza las cortinas malvas, introduce la hojarasca peregrina emuladora del carácter efímero. Te colocas a horcajadas sobre el lecho, tu cabellera negra, larga y rizada se asoma enmarañada al otro lado de la cama. Una melodía anacrónica perturba irregularmente el silencio; un par de laringes gimiendo, la fricción de dos cuerpos fornicando, el gruñido de la espada altanera apuñalando inane al cuerpo decenas de veces asediado / conquistado / asesinado. Tus manos abrazan fuerte las pértigas sudorosas de la cabecera, desprenden un leve olor a viejo recuerdo de la infancia, al final habrán de romperse pero por lo pronto resisten confabuladas. Tu espalda corre cíclicamente en el juego azaroso de alejarse / acercarse hacia mi, la espina dorsal serpea confundida desde el cuello hasta terminar en unas carnosas nalgas arremetiendo voraces contra el circuito piernas / vientre que rodea al pene erecto; gozoso del movimiento, engolosinado con el calor encontrado en la vagina escoltada por las furibundas nalgas astringentes, horca de la cordura que fallece lento en frecuentes convulsiones. Un grito silencioso delata la muerte del movimiento, nuestros sexos lagrimean su orgasmo, infame verdugo de la unión transitoria de dos soledades una risueña noche de abril...





Texto: Inflamadorate una noche del 2004

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola “Carbón”..............

Te sobras en letras e imágenes.

¡Soledades!... A veces, para que ellas no lo ocupen todo, invento ideas, imágenes que disuadan a esas soledades del gusto de llegarse sigilosas por la espalda para agarrar con zarpas ávidas mi garganta y dejarme boqueando como pez fuera del agua.

Buenas noches
Beso convulso
My

Mallén dijo...

"Piel centenaria por las continuas arrugas de su vibrante catarata"... Me quedé prendada de esa retozadora y sugerente imagen.

Inflamadorate dijo...

Mary, malditas y arruinadas soledades con uno mismo...

Beso convulso...


Mallén, que cosas, es una linda parte esa...

Mª Pilar dijo...

RITUAL DE MIS PIERNAS

Largamente he permanecido mirando mis largas
piernas
con ternura infinita y curiosa, con mi acostumbrada
pasión
como si hubieran sido las piernas de una mujer divina
profundamente sumida en el abismo de mi tórax:
y es que, la verdad, cuando el tiempo, cuando el tiempo pasa,
sobre la tierra, sobre el techo, sobre mi impura cabeza,
y pasa, el tiempo pasa, y en mi lecho no siento de
noche que
una mujer está respirando, durmiendo, desnuda y a
mi lado,
entonces, extrañas, oscuras cosas toman el lugar de la
ausente,
vicios, melancólicos pensamientos,
siembran pesadas posibilidades en mi dormitorio,
y, así, pues, miro mis piernas como si pertenecieran
a otro cuerpo,
y fuerte y dulcemente estuvieran pegadas a mis entrañas.
Como tallos o femeninas, adorables cosas,
desde las rodillas suben cilíndricas, y espesas,
con turbado y compacto material de existencia:
como brutales, gruesos brazos de diosa,
como árboles monstruosamente vestidos de seres
humanos,
como fatales, inmensos labios sedientos y tranquilos,
son allí la mejor parte de mi cuerpo:
lo enteramente substancial sin complicado contenido
de sentidos o tráqueas o intestinos o ganglios:
nada, sino lo puro, lo dulce y espeso de mi propia vida,
nada, sino la forma y el volumen existiendo,
guardando la vida, sin embargo de una manera
completa.
Las gentes cruzan el mundo de la actualidad
sin apenas recordar que poseen un cuerpo en él y la
vida,
y hay miedo,hay miedo en el mundo de las palabras
que designan el cuerpo,
y se habla favorablemente de la ropa
de pantalones, es posible hablar,de trajes,
y de ropa interior de mujer( "de mediasy ligas de
señora")
como si por las calles fueran las prendas y los trajes
vacíos por completo


y un obscuro y obsceno guardarropas ocupa el
mundo:
tienen existencia los trajes, color, forma, designio,
y profundo lugar en nuestros mitos, demasiado lugar,
demasiados muebles y demasiadas habitaciones hay
en el mundo,
y mi cuerpo vive entre bajo tantas cosas abatido,
con un pensamiento fijo y esclavitud y de cadenas.
Bueno, mis rodillas, como nudos,
Particulares, funcionarios, evidentes,
Separan las mitades de mis piernas en forma seca:
Y en realidad dos mundos diferentes ,dos sexos
diferentes
no son tan diferentes como las dos mitades de mis
piernas.
Desde la rodilla hasta el pie una forma dura,
mineral,friamente util, aparece,
una criatura de hueso y persistencia,
y los tobillos no son ya sino el proposito desnudo,
la exactitud y lo necesario dispuestos en definitiva.
Sin sensualidad, cortas y duras, y masculinas,
son allí mis piernas, y dotadas
de grupos musculares como animales complementarios,
y allí también una vida, una sólida, sutil, aguda vida
sin temblar permanece, aguardando y actuando.

En mis pies cosquillosos,
y duros como el sol, y abiertos como flores,
y perpetuos, magníficos soldados
en la guerra gris del espacio,
todo termina, la vida termina definitivamente en mis pies,
lo extranjero y lo hostil allí comienza:
los nombres del mundo, lo fronterizo y lo remoto,
lo sustantivo y lo adjetivo que no caben en mi corazón
con densa y fría constancia allí se originan.

Siempre,
productos manufacturados, medias, zapatos,
o simplemente aire infinito,
habrá entre mis pies y la tierra
extremando lo aislado y lo solitario de mi ser,
algo tenazmente supuesto entre mi vida y la tierra,
algo abiertamente invencible y enemigo.




Pablo Neruda


ESTIMADISIMO,,, MAURI,, VERSION COMPLETA DEL POEMA QUE TANTO DIO LA VUELTA ENTRE FLICKR Y LA COVACHA ESPERO TE GUSTE
SINCERAMENTE CON UN ANIMOSO ABRAZO
MARIA PILAR