sábado, julio 22, 2006

Polvo...




Estas cosas irrelevantes, atemporales, costras obsoletas decorando la estancia de la cordura; se desprenden de su polvo tras la ventisca generada por mi cuerpo andando de prisa de rincón a rincón. Es un polvo espeso, oscuro, pesado, que flota trabajosamente por unos instantes para caer acelerado al suelo y quebrarlo...

Hasta ahora he corrido con suerte, siempre voy un paso adelante y esos golpes no me han tocado, pero en algún momento deberé parar y quedare a merced de esa furia inconexa...





Inflamadorate Julio 2006...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tú que eres un vagabundo, hedonista y paranoico, Mauricio, sabrás que la vida tiene sus bemoles. Abrazo.

Inflamadorate dijo...

Así es camarada Julio, conozco los bemoles...

Saludos...