martes, julio 17, 2007
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Trazando onírica ruta donde se pierden gajo a gajo tus escamas salitrosas...
clinc, clinc, clinc, clinc, clinc... -¡fuck! bang, bang...
Vagabundo, hedonista y paranoico; fanático del paroxismo lírico y de la vocalización cunnilingue; amante proceloso y aprendiz de poeta rabioso...
Viví – vivo – viviré en el exilio, desde el destierro primo del útero materno hasta el certero concubinato con la muerte...
Mientras tanto, aquí está la descripción de mis andares serpentinos; todo lo demás, francamente me importa un pito...
2 comentarios:
A mí me pasa que caminando por la calle me quedo rumiando versos que de tanto deshilacharlos se me disuelven como azúcar en el café...
Anda Mallén, que buena forma de expresar las vicisitudes de las letras, en verdad me encantó, me sucede lo mismo...
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