jueves, diciembre 29, 2005

Vagón...


-¿Adónde vamos? - pregunta inquieta...

-A la camanicomio del vagón – contesto impávido...





Le vende los ojos por que no me gusta que miren, no soporto las pupilas suplicantes de la gente y mucho menos las de aparente frialdad; le ate las manos por que no me gusta que toquen, odio el egoísmo con que arrebatamos las cosas; le lacé los pies por precaución, no quería golpes bajos; la amordacé para no escucharla, me desconcentra el parloteo; la tendí sobre la cama, temblorosa, húmeda...

Pero cuando empezamos a movernos, todos mis criterios se desenredaron, se rompieron amarras y volaron vendas. Gocé la mirada perdida, las caricias rasguños corriendo desde los hombros hasta las nalgas, los pies anudados con mis muslos, la voz jadeante embrujándome con su poesía...





Inflamadorate Diciembre 2005

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4 comentarios:

Julio Suárez Anturi dijo...

Atar constriñe, desatar expande. Atar apoca, desatar explota.
¡Feliz año, Mauricio!

Patricia Ma. Barraza dijo...

primera vez por aqui... saludos desde tijuana...

stultorum dijo...

Muy buena razón para atar, y mejor para desatar.

Inflamadorate dijo...

Lizie, gracias por esta nota, inflama el orgullo...

Besicos Inflamadorates...




Camarada Julio, en esos pare tan dispares nos revolvemos...

Gracias por la felicitación y feliz año para ti también, aunque un poco atrasado...




Patricia, bienvenida seas a esta covacha, gracias por pasearte por aquí...

Saludos...




Camarada Stultorum, muy buenas razones ambas...